
P. D. Ouspensky
Una nueva fuerza para la humanidad
P. D. Ouspensky un gran maestro.
Piotr Demianovich Ouspensky es uno de los grandes personajes que han traído el Cuarto Camino a occidente junto a G. I. Gurdjieff y otros. Siempre hay algún favoritismo con alguno de estos personajes, aunque eso no es lo importante. Aquí tenemos un fragmento autobiográfico escrito en Londres 1935. Nos habla Ouspensky en sus palabras:
Fragmento autobiográfico.
“Nací en Moscú en 1878. Mis primeros recuerdos están conectados con la casa de mi abuela materna en la calle Pimenovskaia. Mi abuelo murió en 1882. Era un pintor principalmente de retratos y en su juventud un buen pastelista. Más tarde fue pintor de iglesia, lo que significa que tenía un estudio y asumía contratos para pintar cuadros en iglesias o para las iglesias. La pintura de iglesias era una industria especial y los pintores de iglesia eran casi una casta especial.
El contacto con el arte y las ciencias desde temprana edad.
Mi abuela era una mujer muy lista. Nunca olvidé las hermosas historias de la vida en el viejo Moscú que nos contaba a mí y a mi hermana. Mi madre también fue una pintora y tenía muy buen gusto en literatura rusa y francesa. Mi padre, en el momento que nací, era un oficial de inspección. Le gustaba mucho la música y la pintura y era un buen matemático. Tenía un interés particular en los problemas de la cuarta dimensión a la cual dedicó mucho de su tiempo libre. Todos sus escritos se perdieron. También murió cuando yo era muy joven.
Su hogar.
La casa de la calle Pimenovskaia tenía varias características inusuales. En muchos aspectos era una casa anticuada y, en otros aspectos estaba muy adelantada a su época. Y en ambos casos era por la influencia de mi abuela. La familia no pertenecía a ninguna clase particular y estaba en contacto con todas las clases. Creo que esto solo era posible en Rusia.
Primeros recuerdos.
Me acuerdo de mí a muy temprana edad. Tengo varias imágenes mentales muy claras de eventos que sucedieron antes de tener dos años. Desde los tres años me acuerdo de mí muy claramente. Recuerdo el río de Moscú unas treinta millas al oeste de Moscú. Recuerdo el río allí, barcos con olor a alquitrán, colinas cubiertas de bosques, el viejo monasterio, etc. Recuerdo la exhibición de 1882 en Moscú y la coronación de Alejandro III en 1883, especialmente las iluminaciones.
Su contacto temprano con la lectura.
Durante esta época empecé a leer. Cuando tenía unos seis años leí dos libros que me causaron una enorme impresión. Estos eran El héroe de nuestro tiempo de Lermontov y Memorias de un cazador de Turguenev. Poco después de esto me interesé mucho por la poesía y la pintura, es decir, leer poesía y mirar cuadros. Para mí la poesía y la pintura se convirtieron en las artes.
El amor por la naturaleza.
También me gustaba todo tipo de grabados y estampas, de los cuales había una gran colección en la casa. En aquella época también hacía bocetos. Hacia los ocho años empecé a sentir un gran interés por las ciencias naturales. En aquella época todo lo referente a plantas y animales me fascinaba.
Las aburridas rutinas escolares.
El trabajo en la escuela era aburrido, yo era perezoso, odiaba el griego y la rutina de la escuela en general. Afortunadamente a los chicos de la escuela se les dejaba bastante a su aire y a pesar de que vivía en la escuela me las arreglaba para leer mucho. Hacia los trece años me interesé en los sueños y consecuentemente en la psicología. A los dieciséis encontré por primera vez a Nietzsche.
Ouspensky comienza su búsqueda.
En 1896, cuando tenía 18 años, empecé mis primeros viajes independientes y al mismo tiempo empecé a escribir. En aquella época tenía inclinaciones muy anárquicas. En particular desconfiaba de todas las formas de ciencia académica y tomé la firme decisión de no pasar nunca ningún examen ni tener nunca ninguna graduación. Al mismo tiempo trabajé intensamente en biología, matemáticas y psicología. Estaba muy entusiasmado con la idea de la cuarta dimensión y consiguientemente estaba terriblemente decepcionado con su usual tratamiento ‘científico’.
Su incredulidad política.
Desconfiaba y me disgustaba cualquier tipo de socialismo todavía más que del industrialismo y el militarismo, y no creía en ningún tipo de partidos revolucionarios secretos con los que toda la ‘Inteligencia’ rusa simpatizaba. Pero cuando me interesé por el periodismo solo podía trabajar en periódicos de ‘izquierdas’ porque lo de ‘derechas’ no olían bien. Era una de las complejidades de la vida rusa.
Decepción de la educación
Quedé descontento con la ciencia. Sentía que había un callejón sin salida en todas partes, incluso en las matemáticas, y en aquella época solía decir que los profesores estaban matando la ciencia igual que los sacerdotes estaban matando la religión. Durante varios años estuve en el trabajo periodístico; viajé a Rusia, al lejano Este, a Europa. En 1905, durante los meses de huelgas y disturbios que acabaron en la insurrección armada de Moscú, escribí una novela basada en la idea de la recurrencia eterna. Se publicó solo diez años después.
Encuentro con la teosofía.
En 1907 encontré la literatura teosófica, que estaba prohibida en Rusia: Blavatsky, Olcott, Annie Besant, Sinnett, etc. Me produjo una gran impresión a pesar de que enseguida vi su punto débil. Su punto débil era que, tal como era, no tenía continuación. Pero me abrió puertas a un mundo nuevo y más grande. Descubrí la idea del esoterismo, encontré un posible ángulo para el estudio de la religión y el misticismo y recibí un nuevo impulso para el estudio de las ‘dimensiones superiores’.
Viajes por el mundo.
En 1908 estuve en Constantinopla, Esmirna, Grecia y Egipto. A principios de 1909 finalmente dejé Moscú y después de esto viví en San Petersburgo. Estudié literatura oculta, hice todo tipo de experimentos psicológicos con métodos de yoga y mágicos. Publiqué varios libros, entre ellos Tertium Organum, y di conferencias públicas sobre Tarot, sobre el Superhombre, sobre yoguis, etc.
En 1913 y en 1914 estuve en Egipto, Ceilán e India, y regresé a Rusia poco después del inicio de la guerra. Al principio de 1915 di, primero en San Petersburgo y más tarde en Moscú, varias conferencias públicas sobre mis viajes y mi búsqueda de lo milagroso.
El primer encuentro con Gurdjieff.
En la primavera de 1915 conocí en Moscú a un extraño hombre que tenía un tipo de escuela filosófica. Este era G. I. Gurdjieff. Él y sus ideas produjeron una gran impresión en mí. Muy pronto me di cuenta de que él había encontrado muchas de las cosas que había estado buscando en la India. Me di cuenta de que había encontrado un sistema completamente nuevo de pensamiento que sobrepasaba todo lo que había conocido antes. Este sistema arrojaba una nueva luz a la psicología y explicaba lo que no había podido comprender antes en las ideas esotéricas y en los ‘principios de escuela’. Pasé una semana con G. en Moscú y regresé a San Petersburgo con grandes expectativas.
Comenzando su Trabajo con Gurdjieff.
En otoño de 1915 G. vino a San Petersburgo y después empezó a venir regularmente, dando conferencias a pequeños grupos que yo organizaba para él.
A finales de 1916 me encontré en la Guardia de Zapadores. Fue una experiencia extraña aunque no desagradable. Cuatro meses después me licenciaron debido a mi mala vista. Esto fue dos semanas antes de la revolución. No me hacía ilusiones respecto a la revolución y me di cuenta de que los días de Rusia estaban contados. Decidí marcharme, esperar el fin de la guerra en uno de los países neutrales y después continuar mi trabajo en Londres donde, en mi viaje de regreso desde la India, había hecho algunos preparativos para publicar mis libros.
Las complicaciones de vivir en medio de la guerra.
Mi partida de Rusia se retrasó debido a mi conexión con G., G. fue al Cáucaso justo antes de la revolución y durante algún tiempo no tuve noticias de él. No oí de él hasta junio e inmediatamente fui a su lugar natal en Transcaucasia. Al mes siguiente G. invitó al Cáucaso a miembros de los grupos de Moscú y de Petersburgo. Pasamos el final del verano en Essentuki, un lugar de aguas minerales en el norte del Cáucaso, y en septiembre fuimos a Tuapse, en el Mar Negro. Fui a San Petersburgo por última vez en otoño de 1917 y me marché una semana antes del derrocamiento del gobierno provisional por los bolcheviques. Regresé al Cáucaso y después de eso estuve allí poco más de dos años, primero en la orilla del Mar Negro y luego, otra vez, en Essentuki.
La separación del maestro.
Durante el primer año estuve con G., pero en verano de 1918 empecé a sentir que había dejado de comprenderlo o que su visión había cambiado y me pareció necesario separar G. y el sistema, del cual no tenía dudas. Pero esto no fue de gran ayuda, así que al final rompí con G. y poco después él dejó Essentuki y fue a Tiflis. Pasé un invierno muy difícil en Essentuki. En aquel momento estaba en manos de los bolcheviques y estábamos rodeados por la guerra civil. En enero de 1919 fuimos liberados por los blancos. Pero estaba claro que solo era una liberación temporal.
Si quería continuar con mi trabajo era necesario marcharme de acuerdo con mi plan original.
Nuevas conferencias de Ouspensky.
Pasé el verano y el otoño de 1919 entre Ekaterinodar, Rostov y Novorossisk y, en enero de 1920, dejé Rusia y fui a Constantinopla y estuve allí cerca de un año y medio. Entonces Constantinopla estaba llena de rusos. Empecé a dar conferencias sobre psicología, sobre mis viajes, etc. y, en verano de 1920, encontré a G. que había llegado allí desde Tiflis. Intenté trabajar otra vez con él pero pronto vi que era imposible por las mismas razones que antes.
En agosto de 1921 dejé Constantinopla y me fui a Londres. Empecé mis conferencias en Londres y encontré a muchas personas interesadas en el mismo tipo de ideas. En febrero de 1922 G. visitó Londres; entonces él vivía en Alemania.
La dificultad de entenderse el uno al otro.
Todavía estaba muy interesado en su trabajo, pero esta vez decidí muy firmemente mantenerme aparte. G. fue a Francia. Le ayudé de muchas maneras a organizar su trabajo allí y en 1922 y en 1923 fui muchas veces a Paris y Fontainebleau. Al final de 1923 vi que no podía continuar en contacto con G. porque había dejado de comprenderlo completamente y finalmente rompí con él en enero de 1924.
Después de esto continué con mi trabajo en Londres.
Un nuevo modelo del universo.
En 1931 publiqué Un nuevo modelo del universo en inglés. Fue un trabajo muy largo. La corrección de la traducción llevó cerca de dos años. Después de 1931 mi trabajo estaba principalmente conectado con el desarrollo de un sistema psicológico basado en el estudio de la ‘conciencia de sí’ y en la ‘conciencia objetiva’. Estos términos necesitan aclaraciones. Estoy preparando un libro sobre este sistema y puede que se publique en uno o dos años”.
Lo duro del camino.
Al leer esta autobiografía podemos entender las condiciones de su esencia al nacer, esto es algo que se estudia en los cursos. El mismo alega tener consciencia de sí mismos a los tres años. También incluso recuerdos antes de los dos. Lo que ha leído a temprana edad, es algo impresionante. Es un personaje muy importante, es algo poco común. A los trece años se interesó en sueños y en psicología, y a los dieciséis, se encontró con Nietzsche, que es algo realmente muy difícil de leer.
La necesidad de tomar conciencia de nuestra comodidad como obstáculo.
Nótese lo que se ha movido este hombre. Nosotros hoy tenemos quizás con la tecnología un acceso mucho más rápido y simple a lo que es el conocimiento. Antiguamente era muy difícil encontrarlo. En ese momento, había que irse, irse a buscar el conocimiento. Hoy tenemos todo al alcance de un botón, al alcance de un clic. Pero, al haber tanta información hoy en día, es muy difícil discriminar qué cosas son verdaderas y qué cosas son falsas. Hay mucho de entretenimiento y pérdida de tiempo en internet, por supuesto. O sea, la tecnología, es un arma de doble filo, hay que tener mucho cuidado con ella.
Valorizar la búsqueda.
Una búsqueda es algo muy importante. Y ya a veces uno quiere todo en bandeja de plata, realmente es así, ¿no? Como es todo en la vida mecánica, que uno quiere todo ya, todo servido, ¿no? Es así, pero veamos la cantidad de dificultades que han tenido que sortear personas que han alcanzado niveles bastante elevados de ser. O sea que sean esforzado, eso es algo que es importante entender, es el autoconocimiento y el camino del despertar.
No sirve de nada tener todo solucionado, la herencia y demás, sino que uno debe esforzarse, buscar y seguir su verdadero camino. Sin esfuerzo no se llega a ningún lado. Entonces, es interesante lo que a Ouspensky le ha costado todo, para que empecemos a valorar lo que es encontrar el conocimiento y lo que le ha costado asimilarlo, las penurias que ha pasado y el super esfuerzo de la transmisión para que hoy nosotros tengamos el conocimiento.
Nuestra tarea: la manutención del cosmos.
Dime si no te gustaría formar parte de algo tan grande, de algo tan importante… ser un eslabón en la interminable cadena de transmisión del esoterismo desde el comienzo de los tiempos hasta los confines del universo. Fuerzas negativas y positivas entablan batalla a cada instante. Es necesario y urgente aportar luz para el mantenimiento del cosmos.
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